Silvio Schachten, arquitecto, investigador urbano e integrante de la revista “Herramienta”, señaló que el traspaso de la Autopista La Plata-Buenos Aires a la Provincia en primera instancia parece positiva, pero hay que preguntarse por qué se demoró tanto, ya que últimamente cada negocio que ha sido traspasado al estado se ha hecho en condiciones calamitosas.
Durante los 90, tanto ferrocarriles como autopistas fueron dadas a concesiones privadas de modo sistemático. El sistema utilizado copia el sistema de ferrocarriles, centralizado, que consolida las grandes urbes. Estás empresas fueron principalmente extranjeras hasta la crisis del 2001; luego las empresas con residencia en Argentina fueron copando el negocio.
La movilidad y accesibilidad fue modificando las formas de consumo y vida, y es imposible pensar los barrios cerrados sin las autopistas, es un sistema de retroalimentación. Las autopistas se han transformado en elementos vitales para estas formas de vida. Y el estado llega cuando el sector privado las abandona.