Tras la condena de diez años que recibió el ex policía Julio Diego Torales por torturar en 2008 a Luciano Arruga en el destacamento de Lomas del Mirador; el referente de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) de La Matanza, Pablo Pimentel, señaló en Radionauta que el caso “debe sentar jurisprudencia”.
“Esto va a ser ejemplificador. Es un primer paso. A nosotros nos da esperanza de que pueda producir algún cambio. Tiene que ser también una lección para todas las fuerzas de seguridad que poseen la obligación de velar y preservar la seguridad de los ciudadanos y que deben entender que nadie puede ser torturado haya o no haya cometido un delito”, señaló el letrado.
Si bien los abogados Juan Manuel Combi y Maximiliano Medina, representantes de la familia, habían solicitado una pena mayor, Pimentel destacó la actuación del tribunal. “Se hizo un acto de justicia. Los policías van a entender que deben tratar de forma igualitaria a todo el mundo”, detalló.
Asimismo, explicó que junto al CELS, la APDH y la familia de Luciano, seguirán trabajando en la “búsqueda de la justicia, no de la venganza”.
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