Lucas Scherer, integrante de la Fundación La Alameda, habló con Radionauta sobre el caso del incendio en un taller clandestino ubicado en la calle Yerbal, en el barrio porteño Floresta, durante la madrugada del martes.
El hecho no dejó víctimas fatales pero visibilizó nuevamente la falta de acción del Estado que mantiene un alto nivel de complicidad y corrupción.
Según contó, al igual que en el trágico caso del taller ubicado en Páez y Terrada que dejó dos víctimas fatales el mes de junio, el lugar ya estaba denunciado por la Fiscalía Especializada en Trata, la cual había recibido el informe de la Comisaria 40, y notificado tanto a la AFIP como a la Subsecretaría de Trabajo de la Ciudad. Ante lo cual “el gobierno de la ciudad fue hasta el lugar a inspeccionar pero no los dejaron ingresar. ¿Qué es lo que no hicieron los funcionarios de la ciudad de Mauricio Macri? No realizaron la la denuncia penal para lograr el allanamiento e inspeccionar el lugar. Esto es lo que corresponde, es el protocolo de actuación una vez que vos vas a un taller y no te dejan ingresar”.
Según este informe hay más de 450 talleres clandestinos denunciados: “en estos lugares se produce el tráfico de personas, el sometimiento de la explotación laboral con cama adentro, trabajando más de 18 horas y con niños. Las pruebas son muy contundentes”. Los mismos no solo corresponden a grandes marcas, sino que también se confeccionaban uniformes de la Policía bonaerense, como es el caso del taller de Pompeya que salió a la luz hace poco, a través del Juzgado Federal.
Las familias víctimas del incendio solo recibieron asistencia médica, pero el taller ni siquiera fue clausurado, la situación siguió exactamente igual: “siguen trabajando en los talleres clandestinos”.
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