En su columna Tejiendo Libertades para Primera Maraña, Claudia Korol nos comentó los preparativos del acto a 2 años de los fusilamientos de las niñas Lilian Mariana y María del Carmen Villalba, que se va a realizar el próximo 2 de septiembre frente a la embajada paraguaya en Buenos Aires, para reclamar por justicia por las niñas, por las detenciones arbitrarias de Laura y Carmen Villalba y por la aparición con vida de Lichita.
“El 2 de septiembre de 2020, el presidente de Paraguay, Mario Abdó Benítez, anunció que las Fuerzas de Tareas Conjuntas habían abatido a dos importantes líderes guerrilleros del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). Al poco tiempo se pudo conocer que no eran guerrilleros, no eran adultos, no eran hombres. Eran dos niñas de 11 años, nacidas en Argentina, que habían viajado a Paraguay a ver a sus padres, que sí forman parte del EPP. El Ejército las identificó, las capturó con vida, las torturó y las fusiló. Después las vistieron con ropaje guerrillero, les sacaron fotos y las enterraron. Quemaron los uniformes, aduciendo cuestiones de la pandemia y para que no quedara ninguna prueba. Una tercera niña, Lichita, Carmen Elizabeth Oviedo Villalba, meses después, el 30 de noviembre fue desaparecida y aún no se sabe qué fue de ella”, repasó Claudia Korol.
“No hay castigo para los responsables, ni identificación de los autores de este infanticidio. La única persona que está presa es Laura Villalba, la mamá de Lilian Mariana, tía de María Carmen y de Lichita. Ella estaba acompañando a las niñas en la visita a sus padres, se queda encontrando una salida hasta que desaparecen a Lichita. Ahí, desesperada, se pone a buscar a Lichita por el monte paraguayo hasta que el 23 de diciembre de 2020 es detenida. En octubre, comienza uno de los juicios en su contra. Se la acusa de ‘no haber cuidado a las niñas’, de haberlas expuesto. ¿Expuesto a qué? ¿A las fuerzas militares? ¿Al Estado paraguayo? Desde los feminismos, decimos que Laura Villalba está presa por maternar, por haber acompañado a su hija y a su sobrina a ejercer un derecho, el derecho a la identidad. A esto se suma el caso de Carmen Villalba, que cumplió una condena de 17 años en prisión y, a poco de salir en libertad, le inventan una causa para que quede detenida. La impunidad con la que actúa el Estado paraguayo debe tener una réplica internacional”, sentenció Claudia.
Afirmó que este caso tuvo repercusión y obligó a la intervención del Estado argentino porque se trataban de dos niñas argentinas, ya que son múltiples las violaciones del Estado paraguayo a los derechos de las niñeces. }
El 2 de septiembre se convoca a una concentración frente a la Embajada de Paraguay en la ciudad de Buenos Aires. “Va a ser un acto en donde el protagonismo lo tendrán los niños y niñas de la familia pero, también, niños y niñas de las organizaciones populares”, comentaba Korol.