En Primera Maraña, conversamos con Chempes, artista y activista platense, integrante de la Caravana Muralera por el Agua y la Tierra Camaguatí, para conocer el trabajo artístico que vienen desarrollando en articulación con asambleas socioambientales para problematizar respecto al cuidado del agua y la defensa del medio ambiente.
“No es solamente hacer murales, sino un momento en que nos encontramos con activistas del lugar. Han venido integrantes de la asamblea de inundados , de ‘Ni un árbol menos’ de Ensenada y otros grupos de vecinxs. Es una forma de salir de nuestro ámbito cultural y entender que está bueno relacionarse con otros, hacer ese tipo de cruces, con radios abiertas”, comentaba Chempes.
El lunes y martes pasado estuvieron realizando un nuevo mural en el Anexo del Hospital de Niños de La Plata. “El camaguatí es como un ser mítico, que va construyendo represas, frena la contaminación y sabotea de alguna manera esas empresas contaminantes. Cuando trabajamos con otros colectivos de muralistas, cada uno lo representa como lo siente”, señaló Chempes, en relación a la figura que da nombre a la caravana.
Con respecto a la articulación que se generó con experiencias de organización socioambiental, destacó que “es una relación de ida y vuelta”: “No es solamente lo que el arte le aporta a esa lucha sino que esas luchas le aportan mucho a les trabajadores culturales porque es conectarse con un sector que viene peleando por causas muy justas y necesarias. Te amplia la mirada. Además, las luchas ambientales son tranversales a todes. El mural puede aportar eso de estar en la calle; interpela mucho más allá de lo que publiques en tu Instagram, llegas a otros públicos que de otra forma no te seguirían”.
Además el mural como herramienta permite llegar a la gente de una forma menos convencional. “A veces, cuando encaramos reclamos, lo hacemos con una forma muy estereotipada de decir o ni siquiera llegamos a pensarlo. Con el avance de la contaminación del agua, la extracción del litio o -incluso en la región- la contaminación que hace COPETRO, se está muy a la defensiva, y por ahí no te queda mucho tiempo para pensar a ver cómo le doy una vuelta. Lo que hacen las prácticas artísticas es aportar en esa dirección: pensar otras formas de comunicar que escapen de los lugares más naturalizados”, concluyó.