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Justicia por Noa: se viene el tramo final del juicio contra cuatro Policías Bonaerenses de Quequén

Este 23 y 24 de octubre comienza el debate final por el caso de Michel “Noa” Suárez, un pibe de 20 años torturado y asesinado por la policía Bonaerense en la Comisaría 2da. La causa tiene imputado a cuatro policías, y una doble caratula que se definirá en esta instancia. Conoce los detalles en las palabras de Ayelén Bodega, integrante del Colectivo Justicia por Noa

A Michel “Noa” Suarez lo detuvieron en la madrugada del 6 de diciembre de 2014 después de una juntada con sus amigos, ese fue el último día que lo vieron con vida. Según relata Ayelén Bodega en la Primera Maraña -el programa radial coproducido entre Pulso y Radionauta, al joven “supuestamente” lo detienen por haber roto el vidrio del partido Fe -encabezado en ese momento por Gerónimo “Momo” Venegas-, y aclara que no testigos ni pruebas que confirmen esas roturas.

A las dos horas, los policías lo trasladan a la Comisaría 2da de Quequén y según testigos que estaban detenidos en calabozos, Noa fue torturado y alojado en una habitación denominada locutorio -un lugar intermedio de un calabozo- sin luz donde terminaron con su vida. El joven que ya venía siendo hostigado por la policía, en ese momento usaba muletas porque estaba herido en su pierna y esposado, entonces su familia y amigues están convencidos que Noa no se ahorcó, sino que lo mataron.

“A él lo detienen a las 12 de la noche y recién a las 6 de la mañana le avisan a la familia, en esas horas lograron armar su versión en el que hay muchísimas contradicciones y errores por todos lados”, señala Ayelén. Y asegura: “la policía que armó todo ese cuento y sabemos que para armar historias la policía no es muy prolija”. Según la versión policial, Noa hizo un super trenzado con los cordones de sus zapatillas y de la malla, con eso se colgó del enrejado de la ventilación del locutorio y murió. Aunque su cuerpo quedó lleno de moretones y lastimaduras que también muestran la violencia que sufrió.

Fueron diferentes elementos probatorios los que consiguió la familia de Noa, amigues y activistas para saber qué pasó esa madrugada de 2014 en la Comisaría. “Ya pasaron nueve años de una lucha, y no vemos la hora de que sea lunes y que comience el debate final”, dice la activista.

Un juicio con doble caratula

Según relata Ayelén Bodega, al principio fue muy difícil disputar la noticia que replicaron los medios sobre el “suicidio de Noa”. “Fue una batalla importando cómo dar vuelta ese sentido que había construido sobre que Noa se había suicidado”, dice.

Actualmente la causa está a cargo de la jueza Mariana Jiménez y tiene dos caratulas las cuales se terminarán definiendo en el debate de la semana siguiente. Por el hecho están procesados los policías Yanina Paola Mohana, Héctor Daniel Allamanla, Fernando Pérez Zenatti y Matías Germán Larrea.

La investigación judicial fue larga, hubo muchas trabas para desarrollar un juicio en un solo momento, sino que se fue fraccionando. En 2021 el abogado que tenía la familia en ese momento presentó la ampliación de la caratula para enmarcarlo en lo que fue: “torturas seguida de muerte”, ya que desde el principio los funcionarios judiciales armaron el delito como “homicidio culposo y severidades” apuntando a que los policías presentes ese día no les retiraron las pertenencias “peligrosas” a Noa. La jueza aceptó la ampliación y durante este lunes 23 y martes 24 de octubre se desarrollará la última etapa del juicio.

“Quequén es un pueblo muy chico y Noa era un pibe muy amiguero. Está lleno de amigos, vivía ranchando en el anfiteatro, en el parque en la plaza del centro. De hecho, hoy de a todos los pibes de más o menos 30 que nos gusta andar en la calle, la mayoría puede tener alguna anécdota con Noa y eso por un lado es muy hermoso, pero por otro lado los ha puesto mucho en riesgo”, cuenta Ayelén.

La misma historia: estigmatización y persecución

Según señala Ayelén, no solamente Noa era hostigado, sino que también todos sus amigos. “En algunos momentos, hemos notado esa ausencia por causa del miedo. Ahora ya llegando a la fecha de juicio, entendemos que la gente se empieza a revelar, gente que quiere hablar, que quiere decir lo que pasó, lo que vio, lo que escuchó”, agrega.

“Hay un acuerdo sobre sobre la estigmatización y la persecución que hacen la fuerza de seguridad a los pibes pobres de los barrios, eso es algo que existió, existe y lucharemos para que deje de existir, pero que sabemos que es una decisión política que eso suceda que no son errores institucionales”, subraya la activista.

Ayelén cuenta que con Noa había ya un hostigamiento importante. “El pibe no podía salir a ningún lado si no era acompañado porque sabía que corría riesgo de llegar a la esquina por la policía e incluso hasta ese mismo día a la mañana había recibido amenazas de la Policía”, señala.

Una larga lucha

El Colectivo Justicia por Noa Suarez nació en marzo de este año “con la intención de poder llegar al momento del juicio con un trabajo hecho de difusión y de articulación”. Sin embargo, según resalta Ayelén, desde el Frente Popular Darío Santillán Corriente Plurinacional estuvieron acompañando a la familia desde el día 1.

“Desde ese momento en adelante no nos hemos separado de la familia, por eso sostenemos que acompañar es un acto profundamente político porque la posibilidad de estar cerca de la familia y de poder construir juntos todo este camino ha hecho que tenga una potencia impresionante”, destaca la activista.

Y cuenta que hoy está como particular damnificado en la causa el sobrino de Noa, de 22 años. “Él y sus tres hermanas más chicas son quienes sostienen la lucha por justicia por Noa porque la mamá de Noa, su hermano mayor y su tío fallecieron en el transcurso de estos nueve años, obviamente arrastrado por la pena, porque Susana (la mamá) sufrió un montón”, sostiene Ayelén.

En defensa de los derechos humanos

Ante la consulta de cómo se sigue después del juicio, Ayelén asegura que “la idea es poder seguir construyendo un espacio de defensa de los derechos humanos que pueda recibir a pibes y pibas que estén siendo acosados por la gorra; brindar asesoramiento; generar una red de cuidado”.

A su vez, agrega que muchas veces les preguntan qué hacer si la policía los detiene y dice: “la realidad es que nosotros podemos saber mucho en calidad de derechos sobre qué es lo que hay que hacer al momento de una detención, pero la gorra no pregunta al momento de detenerte y no hay tiempo ni de decir, ni de pensar, ni de actuar de nada, porque la gorra lo primero que hace es agarrarlos verduguearlos, pegarles y si se revelan, terminar de rematarlos a palos”.

En ese sentido, para el Colectivo Justicia por Noa entienden que “es muy importante poder generar una red de contención que, al ser ciudades chicas, lo podemos construir para poder sostenerlo en el tiempo, y que no haya más casos como el de Noa”.

Acompañamiento en los días del juicio

Según cuenta Ayelén, están construyendo acciones concretas para llegar el lunes a las 10 de la mañana con una gran concentración en las puertas de los Tribunales lo cual es “producto de un trabajo que ha sido incansable durante nueve años y principalmente en estos últimos meses”.

Actualmente la abogada de la familia es María del Rosario Fernández de la Gremial de Abogados, también participa Virginia Kreimer como perito de parte. “Todo lo que conseguimos fue gracias a la articulación con las organizaciones políticas, eso es fundamental y esa es la real resistencia”, concluye Ayelén Bodega.

El juicio será transmitido en vivo por el canal de YouTube de La Retaguardia, en una cobertura colaborativa con Pulso Noticias y Tramas Periodismo.

Por Pulso Noticias

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