En “Otro Fin Del Mundo”, dialogamos con Fernanda Génova, integrande de la Asamblea pior un Mar Libre de Petroleras de Mar del Plata y de la Red de Comunidades Costera, en relación a la expedición submarina que se realizó en el área del tálud de Mar del Plata y a la lucha que vienen llevando adelante contra los proyectos extractivos en el Mar Argentino.
“No escapamos al sentimiento generalizado que está habiendo hoy en la mayoría de la población que está atenta al streaming, donde observamos con mucha alegría todo lo que se está encontrando. En estas imágenes se demuestra que el territorio donde se quiere instalar el proyecto extractivista no son territorios deshabitados, hay mucha vida, es una zona que está llena de especies que requieren protección y que estos proyectos no se pongan en marcha”.
“Lo que sabemos y nos preocupa es que son áreas donde las empresas están realizando exploraciones, ahí ya se realizó exploración sísmica; y por otro lado, donde las empresas pretenden seguir avanzando con su proyecto extractivo. En el mes de junio, nosotros como Asamblea y como parte de la Red de Comunidades Costeras, denunciamos que el CONICET con su propio buque estaba realizando una campaña científica en las áreas TAN 107 y 109, que están en manos de Shell, y tenía que ver con hacer una línea de base ambiental a pedido de la petrolera, para que luego la propia empresa pudiese presentar sus estudios de impacto ambiental”.
“Sentimos que esto que estamos viendo en la televisión y tiene repercusión a nivel internacional, también es parte de este proceso de reconocimiento del mar, del tálud, que luego va a ser utilizado para el avance de la industria petrolera o incluso por la minería marina que es muy peligrosa”.
“El problema es que hay cuestiones que emergen y está bueno poder visibilizarlos o plantearlos como interrogantes. Una es que está claro que la ciencia argentina está cada vez en peores condiciones y está habiendo reclamos por parte de las universidades nacional y de instituciones de ciencia y técnica como es el CONICET por el vaciamiento brutal que se está haciendo. En este marco, también es muy difícil no cuestionar el rol que ha jugado un sector las ciencias en relación al extractivismo. Nosotros nos encontramos como asambleas, pidiéndole a los sectores científicos que den su voz en relación al impacto ambiental de los proyectos petroleros, mineros, del agronegocio; y muchas veces encontramos puertas cerradas. Esto viene de hace muchos años, con las universidades poniéndose al servicio de las grandes corporaciones, vendiendo servicios a las empresas a través de las transferencias tecnológicas y dejaran de ocuparse de las necesidades de la población. Como asamblea, impulsamos la defensa de la educación pública, la defensa de la ciencia, pero también es necesario preguntarnos el para qué de esa ciencia. Convocamos a que les científiques también se vuelquen a defender los territorios”.
“La lucha en defensa del mar es un proceso que venimos desarrollando hace varios años, con asambleas en diferentes localidades de la zona costera. Esto da lugar a que la población empiece a querer ese mar que está tan cerca de nuestras vidas. El mar es vida y nos da la vida, nos da trabajo, cultura, identidad. El ser humano necesita conocer para defender. No se puede defender algo que no se conoce. Intentamos corrernos de esta mirada antropocéntrica de que si no lo conocemos no lo cuidamos. Pero ahora mucha gente se está sintiendo más cercana a esos seres que habitan las profundidades del mar”.