En Otro Fin Del Mundo, conversamos con Celeste Fierro, militante del Movimiento Socialista de los Trabajadores, candidata a Diputada por la CABA en las elecciones del 26 de octubre por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores – Unidad y una de las integrantes de la flotilla Global Summum, esta misión humanitaria, solidaria e internacionalista que buscó romper el bloqueo naval del estado genocida de Israel contra Gaza y pudo instalar en el debate público global la denuncia al genocidio y la causa palestina.
Unos días después de haber retornado a Argentina, después del secuestro por parte del ejército israelí en aguas internacionales y la deportación vía Jordania, junto al resto de los argentinos de la flotilla, Celeste conversó con Radionauta 106.3, nos compartió su mirada y su balance de la experiencia de la Global Summud, la capacidad de articular el internacionalismo detrás de la causa palestina, y los desafíos geopolíticos que se abren ante el escenario de nuevas instancias de negociación.
-La flotilla Global Summum nos permite pensar que se pudo romper con la rosca palaciega, los gestos, las declaraciones acerca del genocidio palestino cometido por Israel. Poner sobre la mesa la necesidad de acciones concretas, y la flotilla dejó un saldo en ese sentido. No sé cómo lo evaluás vos, con las sensaciones a flor de piel, pero con distancia respecto a la vorágine de la última semana.
-CF: Acuerdo completamente con lo que estás diciendo porque, haber participado y que hayan frustrado esta misión humanitaria que buscaba abrir ese corredor humanitario y romper el bloqueo genocida que mantiene al día de hoy, y no permiten que ingrese la ayuda humanitaria necesaria. Y es esa combinación porque, por un lado, no llegamos y es una bronca bárbara. De hecho, les cuento una anécdota linda, que por ahí es más emotiva, pero es un poco lo que sentimos varios: que es que cuando a mi hija le cuentan que no se había podido llegar y que habían detenido la misión cuando nos interceptan en aguas internacionales, su primer preocupación fue no les llegaron los alimentos a los palestinos y a las palestinas. Creo que esa bronca estuvo, esa sensación de impotencia. Y, a su vez, charlando con otros compañeros y otras compañeras, que lo que sí se logró fue que se sume a la multiplicación de las acciones en solidaridad con el pueblo palestino, en la denuncia del genocidio. Se logró sacar el velo de víctima que intentan poner a Israel y mostrar la complicidad de un montón de gobiernos. Vos lo decías recién con el tema de las declaraciones y demás pero, ¿qué cosas concretas están haciendo para frenar este genocidio? Pocas y ninguna.
-Son esos logros que tuvo la flotilla, para quienes estuvimos siguiéndola desde la distancia, de instalarlo mediáticamente en los grandes medios, acá. Medios que siguen sosteniendo posturas sionistas. Pero hay algo que en las militancias que se sintió muy fuerte, el poder abrazar la utopía. La flotilla también representó eso, que nuestros sueños están y seguimos luchando por una vida más justa. Y esa expresión de solidaridad, de internacionalismo trajo un aire fresco para las militancias.
-CF: Sí, me parece que la flotilla logró tomar algo de nuestra historia militante, en esto del internacionalismo. Para mí eso fue muy emocionante, en eso de encontrarte con otras y con otros, de distinta tradición política, de historias, edades e idiomas, que abrazamos esta causa y que estábamos convencidos de lo que estábamos haciendo. Más allá de los riesgos, y volvió a poner en el centro, lo colectivo, el poner el cuerpo, las acciones concretas. Y es la muestra de lo que sí se puede hacer. De que se podían hacer muchísimas cosas, pero ante el mirar para el costado de gobiernos, de Estados; acá activistas, militantes de todas partes del mundo estábamos navegando en veleros hacia la Franja de Gaza, con ayuda humanitaria y la solidaridad internacional, mostrando que sí se pueden hacer cosas. Creo que eso fue muy importante en un marco en el que, hoy, intentan que prime el individualismo, intentan que prime el sálvese quien pueda, esto aportó a una sensibilización.
-Nosotres estábamos muy interesados en hablar con vos, no sólo en torno a lo que fue la flotilla, sino también en términos personales, la experiencia de haber sido parte, haberla atravesado. La primera cuestión que nos preguntábamos era cómo llegaste, cómo te animaste a ir, qué fue lo que te motivó sabiendo los riesgos que implicaba la iniciativa.
-CF: Lo primero es que fue una decisión colectiva en el marco de esta sensación de “¿qué más podemos hacer?. Fuimos varies los que nos anotamos de mi organización, el MST. Y tratando de comunicarnos, porque como nosotros fueron más de 28 mil personas quienes se anotaron a nivel mundial. y eso habla también de este reverdecer del acompañamiento a la lucha del pueblo palestino, de la denuncia al genocidio que venía creciendo con el correr de los meses, por suerte. Ahí nos inscribimos con la intención de ser parte y, en lo personal, además de abrazar esta causa desde hace mucho tiempo, y ante la pregunta de “¿qué más se puede hacer?”, todo parece poco cuando estás viendo cómo asesinan a niñas y niños todos los días, familias enteras destruidas. El otro día leía que el 90% de las casas en Gaza están destruidas y eso no habla solo de lo material, sino de lo que significa para esas miles y miles de familias. Y en eso también, les contaba la reflexión de mi hija, y ella tuvo mucho que ver con esta decisión. Porque también se trata de pensar en qué futuro dejamos para estas infancias y eso fue muy movilizante en ese sentido, en decir que si hay que poner todo, hay que ponerlo todo y hasta el final. Eso fue parte de ser una de las participantes de esta misión, y siempre sentirlo desde lo colectivo, al ser una decisión conjunta no fue que fui sola sino con el acompañamiento de compañeros y compañeras de acá de Argentina, sino también de la Liga Internacional Socialista, nuestra organización internacional que me recibieron en Barcelona, me acompañaron en Túnez.
-Celeste, dos preguntas. Una más personal. Una reflexión de cómo te llevabas con la vida naútica antes de la flotilla y cómo fue la preparación en ese sentido. Y la segunda, en términos, más políticos, ¿cómo fue la intercepción, las condiciones de detención por parte del ejército israelí y las estrategias de defensa legal que entendemos que estaban preparadas ante una posible intercepción?
-CF: Lo primero es que no tenía ninguna relación con la vida naútica. Lo más que había navegado fue una vez que viajé a Montevideo, ida y vuelta, y nada más. Y era toda una preocupación, porque todo el mundo lo vive de diferentes formas y, para la mayoría, la primera experiencia en el mar es complicada por los mareos. La verdad es que me llevé muy bien, increíblemente, y bueno eso ayudó a poder llevar adelante todo lo que significó. Porque, si bien el plan de navegación en condiciones ideales era de 15 días, terminamos navegando un mes porque es muy distinto el tiempo en la planificación política, con el tiempo y la planificación en el mar, muy ligada a las condiciones climáticas, a la situación de nuestros barcos. Por suerte me llevé bastante bien, en relación a estar un mes en un barco en el mar.
Y sobre la intercepción y lo que nos terminó sucediendo, nosotros desde un primer momento sabíamos que ese era el escenario más probable. Evaluábamos tres escenarios: el primero y el más deseado, era llegar a la Franja de Gaza, pero a la vez el menos probable; un segundo era que ataquen las naves, como había sucedido en otro momento y que directamente puedan hundir un barco; y el otro era la intercepción, donde nos iba a hacer sufrir y a quedarse con la ayuda humanitaria, y nosotros detención y deportación. Nosotros estábamos preparados en ese sentido, no sólo en esos escenarios, sino también en el armado legal sobre lo que nos iban a intentar hacer firmar, como reconocer que estábamos entrando de forma ilegal a Israel, cuando el que está actuando de forma ilegal es Israel, porque nos interceptan en aguas internacionales. Y, además, estábamos yendo a la Franja de Gaza, a aguas palestinas bloqueadas por Israel, cometiendo nuevamente otra ilegalidad. Ese acompañamiento legal fue parte de la preparación, como ser parte de misión humanitaria, solidaria, internacionalista y no violenta. Tiene una importancia en este sentido porque, como les decía, en 2010 hubo un ataque concreto a la flotilla donde asesinaron a 10 activistas. Entonces, la preparación en esta misión no violenta, nos hace saber que cualquier respuesta que podamos dar aunque sea ante un movimiento brusco o una respuesta verbal, podía hacer que escale la situación de violencia, poniendo en riesgo no sólo la vida propia, sino de todas y todos lo que estábamos navegando y siendo parte de la flotilla. En el caso de mi barco éramos 23 compañeros y compañeras. Y la intercepción tuvo esa cuota de preocupación de qué nos iba a suceder. A nosotros nos tuvieron 24 hs adentro de los barcos, ya tripulados por el sionismo, llevándonos a un puerto sin tener idea de qué iba a suceder porque se habían dicho muchas cosas en la previa. Después estuvimos 24 hs más en el puerto, donde ahí la violencia escaló en relación a los tratos, de cómo nos zamarreaban llevándonos de un lado a otro, de estar sentados de rodillas en muchos casos por bastante tiempo en un playón de cemento con las mano precintadas en la espalda. Es cuando viene el ministro y empieza a gritar que éramos los terroristas, que esa era la tierra de ellos y que íbamos a ser tratados como terroristas. Y de ahí ya nos llevan a la prisión. Estuvimos más de 48 hs incomunicados y, luego, nos llevan a una prisión de máxima seguridad donde los tratos y la vulneración de derechos fue permanente.
-Es una militancia cotidiana tener qué salir a explicar por qué salimos a las calles por Palestina, por qué hacemos boicot a empresas que financian el sionismo, por qué es una lucha que nos compete más allá de las realidades, de las distancias. Y, muchas veces, se nos tilda de qué acá hay cosas más importantes, son cosas que no tienen que ver con nosotres. Te queríamos preguntar cuál es la relación, que se ha vuelto más carnal, entre el gobierno argentino e Israel. Pero también esta idea de que todo lo que sea defender a Palestina es antisemistismo y un ataque al pueblo judío.
-CF: Estamos en un momento, en nuestro país, en el que el gobierno es uno de los aliados al sionismo, íntimo amigo de este criminal de guerra que es Netanyahu. Donde justamente los sectores más reaccionarios del sionismo intentan avanzar en impulsar todo tipo de acciones y medidas en cuanto a la Justicia y en el Poder Legislativo de algo que no pueden acallar más, no pueden tapar el sol con las manos de lo que significa el genocidio que además en octubre de 2023 se profundizó, pero que viene desde hace décadas la política de limpieza étnica, la política de apartheid. Me acuerdo cuando nosotros denunciábamos que la Franja de Gaza era la cárcel más grande a nivel mundial, a cielo abierto. Hoy son el campo de concentración más grande a cielo abierto. Entonces creo que todo eso también lleva a que, en muchos sectores, se pregunten cuál es la importancia de la causa palestina en nuestro país. Creo que es enorme, porque además, creo que hay que refutar toda esta falsa idea de que denunciar el genocidio, denunciar al estado sionista de Israel con lo que está llevando adelante es antisemita. El mayor antisemita es ese estado que está asesinado al pueblo palestino, un pueblo semita. Y lo otro, es que no se puede equiparar la denuncia de lo que llevan adelante, con el antisemitismo que lo llevan adelante hasta seguidores del gobierno de Javier Milei. Esto me hace acordar cuando exigíamos el derecho al aborto y nos decían que hay niños que se muerren de hambre. Bueno, nosotros peleamos contra este sistema para que se logre cambiar de raíz, para que no tengamos más niños y niñas que se mueran de hambre, para que no tengamos que tener niñas y niños que mueran bajo los escombros de los bombardeos de un estado genocido, y además queremos que se respeten los derechos de todes, como es el derecho al aborto legal. Como que siempre te intentan patear la pelota afuera en estos debates. Y cuando denunciamos un genocidio lo tenemos que hacer en nuestro país y en todas partes. Porque acá no hay una vida que vale más que otra. A pesar de que nos quieren hacer creer eso, con la vida de los palestinos. Lo mismo con los miembros de la flotilla, lo que nos hicieron es nada en relación a lo que sufren desde hace décadas los palestinos. Niñas y niños menores detenidos.
-Pensábamos en el escenario que se abrió ahora, ese cese al fuego y el “acuerdo de paz” que sabemos que esconde intereses de ocupación real, ¿cómo crees vos que va a continuar la lucha del pueblo palestino en este contexto? Donde también empiezan a circular estas ideas de los 2 estados promovidas por la ONU, y esta “paz” que no garantiza ninguna justicia respecto del genocidio del que venimos hablando.
-CF: Yo creo que se apresuraron a lograr este tramposo acuerdo de paz, que lo impulsó claramente Trump, por las enormes movilizaciones a nivel mundial, por el acompañamiento a la causa palestina, por intentar desmontar eso y, a su vez, lavarle la cara al sionismo, proteger a Netanyahu. Y si bien es entendible, nos decía un compañero que tiene su familia en la Franja de Gaza, la alegría por el cese al fuego, porque hace dos años no saben si van a terminar bajo los escombros al minuto siguiente, sumado a la crisis humanitaria que esto provocó. Lo cierto es que no significa ni un triunfo de la resistencia palestina, ni una solución real. Porque se lleva adelante en el marco de mantener la ocupación colonial, de mantener a ese estado genocida y no se discute la Palestina libre que hace falta. Ni siquiera se discute en esa acuerdo, la propuesta de los dos estados. Que para nosotros es una propuesta que ya fracasó, fracasó desde el ‘93 cuando se propuso y creo que este genocidio lo pinta de cuerpo entero. Es un acuerdo de alto al fuego momentáneo, que tenemos que ver cómo se sigue desarrollando, sabiendo que siguen bombardeando, se sigue conociendo que hay palestinos y palestinas todos los días asesinados por el ejército colonial. Y, además, si se lleva adelante el plan completo, no van a estar mejores condiciones los palestino. Porque ese plan de reconstruir Gaza está ligado a grandes negocios inmobiliarios, no está pensado para reconstruir los hogares destruidos y mucho menos garantizar el derecho al retorno, que esa sería una paz justa. El derecho al retorno y una Palestina del río al mar, que no es lo que propone este acuerdo.
-Es irónico, pero Trump como garante de la paz es algo que no esperábamos ver. Y pienso cómo se ha instalado el sentido común de que nunca hubo paz. Y en esto de que el imperialismo tiene sus planes para Gaza, del otro lado también tenemos los nuestros. ¿Han quedado redes conformadas para pensar nuevas acciones internacionalistas, globales? Porque claramente esta es una lucha que hay que sostener hasta que Palestina sea finalmente libre.
–CF: Lo fuerte que ha tenido esto es que el nivel de coordinación no se terminó con nuestra llegada a nuestros países, sino que se mantiene. Se están pensando nuevas acciones, todavía no tenemos fechas. Y fundamentalmente, cómo seguimos impulsándolo en nuestro país.
Vuelvo a la situación de los detenidos. Tengo la alegría de contarles que ya tienen la libertad todas las compañeras y los compañeros que estaban detenidos. Así que ahora se están pensando, en la coordinación, las distintas instancias legales para denunciar lo que sufrimos, lo que vivimos, no sólo la intercepción en aguas internacionales, sino toda la violación de derechos a la que nos han sometido.
En nuestro país, por suerte, se han logrado fortalecer los espacios de coordinación. Creo que tenemos que apostar por eso, involucrarnos, denunciar a nuestro gobierno y decir “No en nuestro nombre”, seguir exigiendo la ruptura de relaciones, seguir impulsando la campaña “Fuera Mekorot”, esta empresa que asesora desde 2021 a las empresas del manejo del agua aquí cuando está denunciada internacionalmente por llevar adelante un apartheid hídrico. Seguir sumando en esta pelea, que no termina, hasta que Palestina sea libre del río al mar.
Gracias por difundir, que es clave cuando quieren hacernos callar y silenciar sobre lo que està sucediendo. Hoy màs que nunca hay que ponerle el cuerpo a las ideas,.Para decirles a los que nos llaman utòpicos, que lo utòpico es pensar que podemos vivir en este mundo, en este sistema, sino que lo que falta es dar vuelta todo.