Ezequiel Aldazabal, investigador del Patrimonio Histórico de La Plata, se refirió al permanente avance sobre los espacios verdes de la ciudad, sin contemplar las normativas vigentes que lo limitan
Organizaciones como SOS Adoquines, Al Rescate del Patrimonio, Vida Árbol y distintas Asambleas de Inundados de la ciudad conformaron un nuevo “mirador ciudadano” en defensa del patrimonio cultural y natural de la ciudad, ante el avance indiscriminado de la construcción en el Casco Urbano de la ciudad.
Ezequiel Aldazabal es investigador del Patrimonio histórico y cultural platense y creador del sitio Al Rescate del Patrimonio. En diálogo con La Primera Maraña, que coproducen Pulso Noticias y Radionauta, mainifestó su preocupación por la cementación de los espacio verdes, la ilegalidad del municipio de La Plata para realizar estas obras y el riesgo que eso conlleva en relación a futuras inundaciones.
—¿Cómo se conformó este mirador ciudadano? ¿En qué consiste?
—Es algo que debió haberse concretado hace tiempo. Es la posibilidad de generar un espacio de encuentro, diálogo y propuesta conjunta entre organizaciones en torno a la cuestión patrimonial, tanto el patrimonio cultural como el natural de la ciudad. En ese sentido, la planificación urbana va de la mano, no puede ignorarse. Nos hemos nucleado para luchar contra la violación de normativas, que afecta el patrimonio de la ciudad. En ese escenario encontramos problemas como la tala de árboles, el avance sobre el adoquinado, las baldosas que se cambian -y que también es un tema identitario-. Se está perdiendo la fisonomía de la ciudad en pos del negocio del empresariado, al que se prioriza por sobre la calidad de vida.
Consultado sobre las normativas que el municipio viola con la cementación permanente de distintos espacios verdes, Aldazabal señaló: “Tenemos la ordenanza 7811/91 que protege a toda la Avenida Circunvalación frente a cualquier tipo de construcción que afecte el espacio libre y verde. Este debe ser planificada. Hay también una similar para espaciones verdes en general. Hoy por hoy las propuestas salen de la galera y se llevan adelante así sin más. No hay estudios de impacto de ningun tipo, pese a que debiera haberlos por ley. Los espacios verdes se han reducido por el avance inmobiliario, la desplanificación. Por ejemplo, es impresionante la cantidad de metros cuadrados cementados en Plaza Moreno, la principal de la ciudad. Plaza Olazabal, Parque Castelli, Plaza Paso, lo mismo. Así, se pierde suelo absorbente y aumenta el riesgo de inundaciones. Un desastre.
Una de las obras que actualmente se lleva adelante y despertó mayor rechazo entre las organizaciones protectoras del patrimonio público es la cementación en un tramo de la Avenida 66, a la cual Ezequiel calificó como “una locura” : “Cementaron casi un tercio de su ancho, con lo hermosa que era, desde Av.1 hasta Parque Saavedra. para hacer una bicisenda. Paisajisticamente es algo terrible”
Por último, se refirió a la importancia de preservar el adoquinado de la ciudad, y puso como modelo el camino que están tomando las principales ciudades del mundo hacia la “descementación” de las trazas urbanas. “El adoquinado no hay que dejarlo asi como está. Puede quedar en perfecto estado si tiene un tratamiento adecuado, es un material sustentable. París, por ejemplo, anunció que va a retirar el 40 % del asfalto que tiene en las calles y aumentar el arbolado público. La idea de que el progreso está asociado al cemento está agotada”, concluyó.