El sábado 13 de abril, por primera vez desde 1947, la República Islámica de Irán atacó de forma directa al Estado de Israel, como respuesta al ataque perpetrado por las Fuerzas de Defensa de Israel a un consulado iraní en Damasco, la capital de Siria. Esta acción volvió a encender las alarmas en la región de Medio Oriente, con el riesgo concreto de que se agudice y se regionalice un conflicto bélico, a más de seis meses de la invasión israelí a la Franja de Gaza. En Malos Perdedores, conversamos con Lisandro Brusco, comunicador popular, integrante de la Radio Che Guevara de Rosario y activista de Masar Badil (Ruta Revolucionaria Alternativa de Palestina).
-¿Cómo analizas la acción militar de Irán como respuesta al ataque a su consulado en Damasco? ¿Hay posibilidades de que se regionalice el conflicto y entren a jugar abiertamente otros actores?
La acción soberana de la República Islámica de Irán es parte de un conflicto que viene sucediéndose, no hace seis meses con la incursión de la Resistencia Palestina en territorios ocupados que derivó en la masacre que estamos viendo en la Franja de Gaza, sino hace 75 años, desde la creación del Estado de Israel. Lo que sucedió el sábado fue una respuesta que realiza Irán a diez días de que el régimen israelí atacó la embajada iraní en territorio sirio, en la capital Damasco, asesinando a siete funcionarios iraníes. A partir de ese hecho es que Irán se amparó, usando un artículo de la Carta de las Naciones Unidas que afirma que tiene derecho a responder a ese ataque contra su territorio. Recordemos que no es el primer ataque que sufre la República Islámica de Irán, es sistemático el asesinato de personas vinculadas al trabajo científico y el asesinato de otros líderes de la Guardia Revolucionaria Iraní. En territorio iraní, recordemos el asesinato de Qasem Soleimani. Ese plan sistemático de exterminio que se da sobre el pueblo nativo palestino, también el régimen colonial israelí lo hace con dirigentes de organizaciones o países que se solidarizan con el pueblo palestino.
-En una guerra, es muy importante el aspecto discursivo y la posibilidad de imponer un relato en torno a los hechos y jugarlo a nivel geopolítico, ¿cómo lees que han construido la narrativa desde Israel y desde Irán? ¿Pensás que le puede servir al gobierno de Netanhayu para victimizarse?
-Nosotros pensamos como militantes, como comunicadores, que en la respuesta iraní podía haber cierta funcionalidad para el régimen colonial israelí, sobre todo en un escenario de debilitamiento del gobierno de Netanyahu; pero también, por otro lado, la respuesta no podía ser menor. El ataque israelí a territorio libanés, contra los hutíes en Yemen, en Siria o Iraq es constante, el ataque a la embajada iraní en Damasco colmó la paciencia.
La respuesta iraní fue dentro de lo que son las normas del derecho internacional y al artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, es una respuesta a un ataque a su propio territorio. Y los objetivos fueron bases militares israelíes, no fue un ataque contra la población civil.
-Tuviste la posibilidad de viajar a Palestina en más de una oportunidad, ¿qué experiencias y qué aprendizajes te quedaron de poder compartir en el territorio la resistencia del pueblo palestino?
-El último viaje que pude hacer fue en enero/febrero de este año, ya avanzado el genocidio contra la población gazatí. Inclusive en Cisjordania, donde estuve yo porque no pude estar en la Franja de Gaza, se vive, a partir del 7 de octubre, el avance del régimen colonial de ocupación sobre territorios palestinos. A diferencia de Gaza, en Cisjordania hay colonos en asentamientos israelíes, ilegales para el derecho internacional. Esos colonos ocupan territorios correspondientes al aún no constituido Estado Palestino y son supuestamente “población civil”. Son unos 800 mil y, desde el 7 de octubre, recibieron más de 300 mil armas que usan para asesinar al pueblo nativo palestino. Estos días hubo muchas incursiones, no sólo del Ejército, sino también de esta supuesta “población civil” en poblaciones palestinas, entrando, quemando casas, asesinando jóvenes, mujeres, ancianos. Esta es una situación que pudimos ver, pudimos observar. Y también a un pueblo palestino que decide resistir. Hay un derecho internacional que plantea que ante la ocupación de una potencia, uno tiene legítimo derecho a defenderse. Hay un pueblo palestino y una juventud que eligen la resistencia, sea el camino que sea, la vía armada inclusive. Y no lo hacen por temerarios o porque no les importe la vida; al contrario, ellos manifiestan que aman la vida y eligen el camino de la lucha para tener un futuro digno, libre y sin ocupación. Y eso hace que hoy, a pesar de los más de 33 mil muertos en Gaza y otros tantos en Cisjordania, es un pueblo que sigue eligiendo ese territorio y no se va. El plan de limpieza étnica que lleva a cabo Israel es un plan que para triunfar tiene que matar hasta el último palestino, no lo va a lograr si queda un palestino vivo.
-¿Cómo interpretás la postura que está teniendo el gobierno argentino en relación a Israel y su posición en relación a este conflicto?
-Nos tocó estar en Palestina cuando Milei visitó los territorios ocupados, estuvo en Al Quds, Jerusalén. Ya ahí con el anuncio, en ese momento, del traslado de la embajada argentina a Jerusalén. Otra violación del derecho internacional por parte de Milei y de Israel, porque Jerusalén quedaría bajo protección internacional, no puede ser la capital de ninguno de los dos países, ni instalar embajadas. Es una política que no rompe, en términos estructurales, con los anteriores gobiernos argentinos. Desde la dictadura para acá, Argentina viene teniendo acuerdos militares, culturales, de inteligencia con el régimen colonial israelí. Obviamente, lo de Milei ya es una postura de sometimiento, tanto a EEUU como se vio con la visita de autoridades militares, como con Israel. Más allá de su supuesta conversión al judaísmo. Recordemos que este no es un conflicto religioso, ni es un conflicto entre Hamas e Israel; es un conflicto producto de una ocupación y de un genocidio sistemático y de la lucha por la liberación nacional. La decisión de la Justicia, a tono con el alineamiento del Ejecutivo, de señalar a Irán y a Hezbollah como autores de los atentados a la AMIA y a la Embajada de Israel se enmarca en una política de sometimiento a los intereses israelíes, mientras acá el gobierno hace agua por todos lados. Lo de Milei es una continuidad pero, a la vez, una profundización de ese sometimiento.
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