En la columna de Política Deportiva de Primera Maraña, Pedro Garay repasó, a vuelo de pájaro, la fecha de los clásicos en la Primera División del fútbol argentino. Pero, se centró en algo que ocurrió el domingo 1°, pero luego de que la pelota dejó de rodar: el debate presidencial y la ausencia del deporte dentro de las agendas y las plataformas políticas de los principales candidatos en la disputa por la presidencia.
Si bien Pedro reconoce no es una prioridad en el contexto en el que se encuentra la Argentina y que, no necesariamente, es un eje que suma votos; el deporte estuvo completamente ausente del primer debate presidencial y de la campaña en general.
“El único que habló de deporte durante la campaña fue Sergio Massa, recién ahora después de 4 años de gobierno del oficvialismo, prometió enviar una ley para rectificar el desfinanciamiento del Ente de Alto Rendimiento, que se encarga de pagar las becas a los deportistas con aspiraciones olímpicas. Ese financiamiento fue recortado por decreto en 2017, partía el financiamiento del 1% de las facturas de la telefonía celular, ahora depende directamente del presupuestyo nacional. Lo cual hace que el deporte tenga que pelear su presupuesto mano a mano con hospitales, escuelas”, señalaba Pedro Garay.
Destacando también un aumento nominal de las partidas, pero una pronunciada pérdida respecto al avance de la inflación: “Antes lo que cobraba un atleta con una beca de excelencia rondaba los 2000 U$S al mes, hoy eso está en 600-700 U$S”. A su vez, hubo algunos anuncios por parte del oficialismo en relación a los clubes de barrio, con financiamiento que surja del impuesto al alcohol.
En tanto, desde La Libertad Avanza, las propuestas de Milei tienen que ver con desarmar todo este esquema de financiamiento, al menos como intención, “dado que hay todo un ensamblado democrático que respetar”. El deporte de alto rendimiento entraría en el recorte de apoyo y financiamiento estatal que anuncia para distintas áreas. “La oleada privatista de los ’90, hizo que el deporte deje de practicarse en los clubes de barrio y pase a realizarse en gimnasios, canchas de paddle, canchas de fútbol 5,. Espacios privados a los que hay que pagar para acceder y la socialización es mínima, no son espacios de construcción de comunidad”, señaló Pedro.
Y con relación a Juntos por el Cambio y la mirada de Patricia Bullrich, Pedro Garay señalaba que “el deporte ha tenido un lugar central en el armado del macrismo, el tema es qué deporte: el gran deporte, el deporte privado, el deporte que da ganacia”. Destacó que, en el final del gobierno de Mauricio Macri, se buscó convertir a la Secretaría de Deporte en una Agencia de Deporte, que le permitía al deporte buscar apoyos privados, en pos de dejar de depender del apoyo del Estado; cuando las políticas públicas de apoyo al deporte de alto rendimiento buscan ir en contra de las lógicas del mercado y estimular la práctica de disciplinas que no atraen a los sponsors y no necesariamente dan rédito económico. “Parece que la bandera del macrismo tiene que ver con una nueva arremetida en pos de la privatización del fútbol”, afirmó.